Bajo Estrellas Diferentes
El frío se filtró en nuestras manos sin guantes mientras trazábamos las siluetas de las constelaciones del hemisferio sur sobre el cielo del norte. Xime, la estudiante de intercambio que se quedó en mi casa durante 6 meses, y yo, estábamos acostadas temblando en la nieve, tratando de olvidar el hecho de que en unas pocas horas el vínculo que habíamos formado, la hermandad que creamos en todos los sentidos, excepto la genética, se interrumpiría cuando regresara a su hogar en Argentina.
El inglés de Xime era excelente, pero a pesar de que no teníamos una barrera de idioma, todavía nos tomó tiempo construir una verdadera conexión. Un día, decidimos salir a caminar. Cuando le mostré la ciudad, comenzamos a hablar sobre nuestros respectivos gobiernos. Pude entender que, aunque veníamos de diferentes orígenes políticos y culturales, compartíamos valores morales. Esto abrió la puerta a una de las amistades más abiertas y honestas que he tenido. Nuestras caminatas se convirtieron en una ocurrencia semanal donde discutimos todo, desde las diferencias en los dulces de nuestro país hasta nuestros sistemas económicos. Le preparó empanadas a mi familia la misma noche que la llevé a su primer partido de fútbol Americano en la escuela secundaria. Nos sentamos alrededor del árbol de Navidad discutiendo las diferencias en nuestras tradiciones. Edité sus trabajos para la clase de inglés y ella corrigió mi conjugación en español. Creamos una amistad basada en tener la mente abierta.
No estábamos de acuerdo en todo. Nuestros orígenes crearon ideologías que chocaron. Sin embargo, en nuestra amistad el respeto mutuo y la comprensión fueron prioridades más altas que ganar una discusión.
Superamos la insistencia de nuestro ego que nos empuja a pensar que nuestras opiniones son infalibles, que nuestros pensamientos son innatamente mejores que los de los demás, que nuestras opiniones políticas, idioma y tradiciones son superiores. Crear un ambiente de colaboración y diversidad significa conquistar el instinto animal de defender lo de uno a toda costa. Significa que necesitas escuchar más de lo que hablas. Significa hacer concesiones. Significa permitir que nuestras mentes sean capaces de fusionar ideas complejas que pueden nacer cuando dos perspectivas se amalgaman con éxito en una sola idea. Significa crear amistades fortalecidas por nuestras diferencias, en lugar de debilitadas por ellas.
Tutor: Paola Baglietto
