La estudiante de Eagle Valley del 12º grado, Victoria Aragón, acreedora de la beca Boettcher 2022
Aragón es solo la quinta estudiante de Eagle Valley High en recibir el prestigioso honor estatal
Traducido por Edgar Arroyo

Foto cortesia
La estudiante de último año de Eagle Valley High, Victoria Aragon, recibió la beca Boettcher, un prestigioso premio de Colorado que solo se otorga a 50 estudiantes cada año. Aragón es solo la quinta estudiante de Eagle Valley High en recibir el honor y la primera desde la década de 1990.
La beca Boettcher es una beca según el mérito y se otorga a estudiantes del último año de la escuela preparatoria de Colorado que demuestren una capacidad escolar superior y curiosidad intelectual, liderazgo, servicio, carácter y más. Este año, más de 1,700 solicitantes buscaron la beca, solo 50 de esa lista reciben la beca de $20,000 por año durante cuatro años en una institución en el estado.
Aragón ha vivido en el condado de Eagle durante toda su vida con sus padres, Armando Aragón y Aracely Marioni, y sus hermanos.
Si bien Aragón se describe a sí misma como un poco tímida e introvertida, fue en la preparatoria donde en verdad comenzó a encontrar su voz y su liderazgo.
“Siempre he sido esa persona que sigue las reglas y sigue al líder y solo trata que otras personas tomen esas decisiones por mí”, dijo Aragon. “Para mí, comencé esa experiencia en liderazgo dentro de mi trabajo escolar, enseñando a mis compañeros de clase cómo hacer algo que entendí y desde allí he comenzado a asumir proyectos”.

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La experiencia de liderazgo y el conjunto de habilidades de Aragón florecieron durante sus cuatro años de preparatoria. Formó parte de numerosos clubes escolares y organizaciones fuera de la escuela, incluido ser la copresidenta de SPICE (estudiantes que promueven el compromiso inclusivo y cívico), al estar en el equipo ejecutivo de Devil Duels (Asamblea de Homecoming para Eagle Valley), siendo miembro de la NHS (Asamblea Nacional de Honores, participando en YouthPower365, My Future Pathways y el programa de voz del valle de Mountain Youth y más.
“Me mantengo bastante ocupada”, dijo Aragón. “Me encanta participar dentro de la comunidad, así que desde el principio en la preparatoria comencé a unirme a clubes e hice deportes. Y luego comencé a encontrar mi pasión por la justicia social y la defensa de derechos, y aunque aquí en el condado, no es tanto que pudiéramos hacer el lugar más urbano, he encontrado lugares donde siento que estoy haciendo la diferencia”.
La pasión de Aragón por la justicia social llegó inicialmente de su participación en SPICE en su primer año, donde dijo que sus ojos se abrieron a muchos aspectos de la desigualdad en el sistema educativo y la comunidad.
“Siempre lo había sufrido, pero siempre pensé que era normal, porque todas mis compañeras, que también eran estudiantes de inglés e hispanas, habían pasado por las mismas cosas y llegué a ver que esas barreras en realidad no es normal, y realmente se necesitaba ese cambio”, dijo Aragón.
Desde ese momento, se propuso hacer un cambio y brindar apoyo a las personas de su comunidad.
Uno de los legados que Aragón dejará en el valle es el programa Tu Guía, que comenzó como un proyecto de pasión en Valley Voice en 2020. Tu Guía ahora es un programa permanente de tutoría individual con Montain Youth que comenzó “para cerrar esa brecha y crear más equidad dentro del sistema educativo”, dijo Aragón.
“Con toda la situación híbrida, aquellas personas que eran estudiantes de inglés ya estaban en desventaja”, dijo, y agregó que el programa también buscaba ayudar no solo con lo académico para los estudiantes, sino también a las familias con los nuevos sistemas y tecnología del aprendizaje híbrido.
Sin embargo, de lo que está más orgullosa es su participación con Devil Duels el otoño pasado.
“Aunque parece una tontería estar realmente orgullosa de una asamblea de Homecoming, fue la primera vez que realmente había visto a toda la escuela unirse, porque cada estudiante recibió un trabajo y cada quien sintió que sus actividades y participación dentro del comité de bienvenida realmente importaba, lo cual fue excelente ver”, dijo Aragón.
Este crecimiento en el liderazgo a través de su participación en estos grupos y programas es algo que Danelle Rivera, maestra de psicología y maestra del salón básico o homeroom de Aragón en Eagle Valley High, pudo presenciar de primera mano.
“Creo que la he visto crecer de una manera muy diferente a la mayoría de los jóvenes”, dijo Rivera. “La he visto pasar de la joven que estaba súper centrada en las calificaciones, que todavía es una gran estudiante, solo aprendió esa ética de trabajo tan temprano en comparación con la mayoría de sus compañeros, que la he visto crecer para entender que hay muchas más oportunidades que ofrece una comunidad y una escuela que solo sus calificaciones”.
El consejero de Aragón, Zachary Williams, quien también se desempeña como asesor de SPICE, dijo que las áreas de crecimiento más grandes que ha visto en los últimos tres años de conocerla han sido su potencial de liderazgo y confianza.
“Creo que ella ha sido un fuerte activo para nuestra escuela y que reúne a estudiantes de todos los ámbitos de la vida para hacer de nuestra escuela un mejor lugar”, dijo Williams. “Podía ver el potencial en ella desde el principio”.
Una líder humilde
Si bien el liderazgo es algo que los adultos en la vida de Aragón notan rápidamente y llama la atención, Aragón tiene una visión muy humilde de su estilo de liderazgo.
“No es que me guste establecer pautas para otras personas o asegurarme que todas las personas sigan la tarea, sino más aún, asegurándome de que con las oportunidades que he obtenido o cosas que he entendido, también puedo ayudar a demás estudiantes a comprender también, además de solo tratar de ayudar a los demás tanto como pueda”, dijo Aragón.
Y al desarrollar estas pasiones para la justicia social, el liderazgo y la comunidad, Aragón está lista para su futuro. A lo largo de toda su experiencia de vida y escuela preparatoria, asistir a la universidad siempre fue el sueño, incluso si no siempre parecía alcanzable.
“Ha sido un objetivo de por vida. La universidad siempre ha parecido la montaña insuperable”, dijo Aragón. “Es un gran logro para mi familia; Ver todos los sacrificios que (mis padres) han hecho, trabajando tan duro para mis hermanos y para mí tener más oportunidades de las que pudieron soñar es una parte muy grande de mi vida “.
Esta primavera, Aragón no solo se graduará con el mejor promedio de su clase de Eagle Valley High, sino que también se graduará con un título de Asociada en las artes por parte de Colorado Mountain College.
Y en el otoño, Aragón se ha comprometido con la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, donde planea buscar una especialización en trabajo social, continuando su pasión por ayudar a las demás personas. Más allá de eso, espera continuar su educación con una maestría en el trabajo social, a la vez que mantiene una mente abierta para nuevos intereses y oportunidades en el camino.
Ahora, en el otoño, se emociona con “esa sensación de preparación mental y de perseguir lo que amo”.
“Siempre me ha apasionado mucho ayudar a los demás, pero sé que mis habilidades en este momento son muy limitadas, por lo que estoy emocionada de poder aprender más y crecer como persona para poder beneficiar a los demás lo mejor que pueda. “, agregó Aragón.
Y para aquellos adultos y mentores que la han ayudado a llegar allí, están listos para ver lo que ella logra.
“Estoy emocionada de ver en qué tipo de líder se convierte y qué tan lejos llega en el trabajo social en ese ámbito”, dijo Williams. “Estoy emocionada de ver cómo va a retribuir a Colorado y a nuestra comunidad para ayudar a nuestros y nuestras estudiantes y familias como ella”.
En busca de la beca Boettcher

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Aragón escuchó por primera vez sobre la beca Boettcher en su primer año de preparatoria de la entonces asesora de SPICE y maestra, Hannah Shapiro. Ya en su primer semestre de la preparatoria, Aragón estaba preocupada por asistir a la universidad.
“En mi primer año, estaba muy asustada de no poder ir a la universidad, siendo una estudiante de primera generación y tener la presión de tratar de enorgullecer a mis padres por todo lo que han hecho por mí, quería hacer todo lo que podía para asegurarme que podría ir a la universidad”, dijo. “Le pregunté a (Shapiro) si había alguna beca que pudiera comenzar a solicitar desde ahora, y fue cuando mencionó la de Boettcher”.
Sin embargo, Aragón dijo que no era una posibilidad real para ella. Ella dijo que al leer sobre la beca Boettcher, y su Fundación aún más grande, con raíces profundas en Colorado, parecía fuera de alcance. Eso, y el hecho de que la beca se calificó para los “estudiantes más de élite” o los “principales líderes de Colorado” fue intimidante.
“Nunca me ha gustado pensar que las etiquetas sociales limitan de lo que eres capaz. Pero es difícil pensar en ser una estudiante hispana de primera generación, no saber realmente cuál es el mundo universitario: es difícil tratar de asociarse con un título tan grande como el que tiene Boettcher”, dijo Aragón. “Nunca en un millón de años hubiera pensado que estaría lo suficientemente calificada como para ganar una beca como la de Boettcher”.
A medida que Aragón continuaba avanzando en la preparatoria, aunque mantenía la beca en su mente, nunca sintió que eso era para lo que estaba trabajando. Y una vez que llegó su último año y era hora de solicitarla, ni siquiera estaba segura de que lo haría.
“Desde el primer semestre de primer año hasta que obtuve la carta de aceptación, la tuve en mi mente, pero nunca pensé en eso como una posibilidad”, dijo Aragón. “Al comienzo de mi último año, recuerdo haber dicho que ni siquiera iba a llenar la solicitud, porque sabía que no iba a conseguirla, pero luego dije, bien, los dejaré decidir”.
Por otro lado, Williams sabía desde el principio que Aragón tenía lo que se necesitaba.
“Simplemente sabía desde el principio que era la candidata ideal”, dijo Williams, y agregó que Aragón reunía todos los diferentes requisitos de la beca Boettcher.
Esto incluía el pilar académico, debido a cómo se destacó en clases rigurosas; el pilar de liderazgo, dada su participación en varias organizaciones comunitarias; además de tener una curiosidad por aprender y mejorarse; Y queriendo hacer más por la comunidad, dijo.
Después de completar el arduo proceso de solicitud y convertirse en finalista, Aragón finalmente fue nombrada una de las 50 acreedoras a Boettcher este año.
“Todavía no he podido entender completamente lo grandioso de esta beca. Ha sido un gran premio y bendición”, dijo Aragón.
Y como es su estilo de liderazgo, Aragón espera que su logro ayude a probar y mostrar a otros estudiantes que sí es posible.
“Si pude ganar esta beca, no hay razón para la que otros u otras estudiantes no deberían intentar solicitar y obtener esta beca también, lo cual es una gran bendición que la universidad pague”, dijo.
Esto es algo que Williams espera también.
“Espero que ella también pueda inspirar a los estudiantes aquí, especialmente a los estudiantes de origen hispano, que puedan tener éxito, que puedan hacerlo, que merecen estas oportunidades y que tengan acceso y apoyo para recibir estas diferentes oportunidades” dijo. “Solo espero que ella sea ese faro de esperanza en nuestra comunidad y para nuestros estudiantes”.
Gracias a Ms. Rivera
Parte del proceso Boettcher Scholar incluye un premio de reconocimiento de maestros, en el que todos los finalistas de becas nombran a un maestro o maestra que ayudó de guía y a darles forma. Para Aragón, esta maestra fue Rivera.
“Ella siempre fue un sistema de apoyo tan grande para mí”, dijo Aragón, y agregó que Rivera la ayudó con todo, desde la tarea en su primer año, administrando el estrés de la escuela y las actividades, a través del proceso de solicitud de Boettcher y de las universidades y con muchas decisiones que tomó en la preparatoria.
“Ella ha sido un gran apoyo y en verdad cambió mi vida, así que no podía pensar en otra maestra”, agregó.
Para Rivera, que creció en el condado de Eagle y enseñó alrededor de Colorado durante unos 20 años antes de regresar a su alma mater hace cinco, dijo que esta relación es el tipo que soñaba tener cuando pensaba en convertirse en maestra.
“Tuve que haber enseñado a más de 1,500 estudiantes en mi carrera y definitivamente he tenido algunos que fueron increíbles, muy increíbles, pero tener el nivel de empatía y gratitud y la perspectiva súper optimista pero realista de la vida no es algo que se ve de una joven de 18 años”, dijo Rivera. “Definitivamente ella ha establecido un nuevo parámetro, y no puedo esperar que los demás estudiantes sean como Victoria, porque es tan diferente”.
Rivera describió a Aragón como inteligente, amable, determinada, comprometida, solidaria, atenta y trabajadora.
“Simplemente tenemos una muy buena relación de trabajo y eso es muy especial”, dijo Rivera. “Cuando tienes ese tipo de jóvenes que tanto tú como el estudiante gravitan entre sí, eso no es algo súper común, y Dios, solo quieres disfrutar de eso por un momento, porque sabes que se van y sabes que tienen que crecer solos”.
El premio al reconocimiento para maestros de Boettcher viene con una placa, un reconocimiento de Aragón y una beca de $500 que Rivera puede usar para cualquier proyecto educativo, actividad, desarrollo profesional o equipo para beneficiar a estudiantes y su escuela.
“Me siento halagada en la máxima extensión de la palabra de que Victoria tuviera la atención de nombrarme”, dijo Rivera. “Sé que hubo muchos, muchos maestros y maestras en su vida que han sido importantes para ella, y el premio por el que me ha nombrado es uno que felizmente comparto con todos los maestros y maestras que han estado durante su viaje hacia donde piense dirigirse”.
