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Vail Valley Foundation celebra 15 años del programa de fútbol COPA

El programa de verano de futbol es más sobre asegurarse de que todos se sientan bienvenidos que de jugar futbol.

Ryan Sederquist
Traducido para Vail Vida Latina
El programa COPA de YouthPower365 es un programa de fútbol juvenil de siete semanas que comienza en junio para niños de 3 a 17 años. El programa tiene como objetivo mantener a los niños de todo el Condado de Eagle ocupados durante los meses de verano, proporcionándoles al mismo tiempo un entorno estructurado que les inculque disciplina, fomente la confianza en sí mismos y las habilidades futbolísticas, y refuerce las conexiones con sus compañeros, su familia y su comunidad.
Foto Cortesia

Ricky Luevanos encontró el verdadero amor en el terreno de juego.

“Fue algo gracioso, creo que me casé con mi trabajo”, recuerda el director general de desarrollo juvenil de YouthPower365 sobre una particular propuesta después de un partido de fútbol del programa COPA hace varios años. Luevanos, en ese entonces como uno de los entrenadores voluntarios, perdió el partido, pero ganó el día. La persona que hoy ayuda a dirigir el programa de fútbol de verano de siete semanas para niños de 3 a 17 años se arrodilló y le pidió a la que ahora es su esposa desde hace siete años que pasara el resto de su vida con él.

Aunque su amor y su trabajo están estrechamente relacionados, su historia es sólo una parte del esquema. En sus quince años como iniciativa del Vail Valley Foundation, la esencia del programa de fútbol COPA, cual corre del 11 de junio al 30 de julio, no solo consiste en dar patadas a un balón si no también en la convivencia. Se trata de que todos se sientan parte de la comunidad.



“Podría decir que mi recuerdo favorito del programa COPA tiene que ser el divertirme con quienes consideraría mi segunda familia”, dijo Diego Pérez, graduado y jugador de futbol de Battle Mountain de la clase 2022.

Todos reciben una playera

La idea del programa COPA, que toma su nombre del famoso torneo sudamericano, surgió de dos jóvenes padres locales, Porfirio Reyes y Ramón López.

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“Ellos pensaron ‘Oye, saquemos a nuestros niños de la calle y hagamos este programa de fútbol los domingos’. Entonces, YouthPower365 llegó y les ayudó a conseguir uniformes, balones de fútbol y entrenadores voluntarios”, explica Luevanos. La misión – “mantener a los niños de todo el Condado de Eagle ocupados durante los meses de verano, proporcionándoles al mismo tiempo un entorno estructurado que les inculque disciplina, fomente la confianza en sí mismos y las habilidades futbolísticas, y refuerce las conexiones con sus compañeros, su familia y su comunidad”- es la esencia de lo que hace cada uno de los cincuenta entrenadores voluntarios.

En un fin de semana determinado, Ricky Luevanos dijo que mil o más personas se juntan para ver y / o jugar fútbol en Freedom Park en Edwards.
Foto Cortesia

“Es genial cómo se ha creado una comunidad en torno a este deporte”, continúa Luevanos. “Mantenemos a los niños en un programa seguro donde juegan y se sienten que pertenecen”. “Cuando los niños reciben una playera, sienten que pertenecen a algo. Se sienten futbolistas profesionales”, afirma Luevanos. A veces lo son de verdad, como en el caso de Caín Castellón, ex alumno del programa COPA y actual fichaje del segundo equipo de los Colorado Rapids. Para otros, la playera simboliza algo más profundo. Pérez dijo que ese sentimiento de pertenencia le ayudó a superar su ansiedad social y fomentó su desarrollo personal.

“No sólo pude crear nuevas amistades, sino que también creé un mejor yo”, dijo el ex defensa. “El programa COPA no solo me ayudó en el trabajo, sino también en mi vida personal, ya que me ayudó a mantenerme bien mental y físicamente”.



Los entrenadores del programa COPA son los que impulsan esa madurez personal y como atleta. Cuando se le pregunta cómo ha crecido el programa y cómo quiere que siga evolucionando en el futuro, Luevanos apunta a la capacitación profesional de los entrenadores.

Por 35 dólares, niños de 3 a 17 años son asignados a uno de los cincuenta equipos -con nombres como “The Hot Cheetos”- divididos en cinco categorías por edades. Dos entrenamientos semanales y partidos los domingos en Freedom Park concluyendo en un torneo al final de la temporada y una fiesta para los padres y la comunidad. Lo más importante que reciben los niños es una playera.

Del 11 de junio al 30 de julio, los participantes del programa COPA practican dos veces por semana y juegan partidos los domingos en el Freedom Park de Edwards.
Foto Cortesia

“Esa es una de las cosas en las que estamos realmente enfocados”, dijo, añadiendo que este año dos de sus entrenadores participaron junto a 10 mil otros entrenadores de todo el mundo para escuchar a jugadores profesionales y otro personal en la convención de futbol United de Filadelfia.

“Fue muy emocionante que volvieran y compartieran acerca de su experiencia con otros entrenadores”, afirmó. A menudo, los exjugadores desempeñan esas funciones.

Legado duradero

Es muy común que los exalumnos del programa COPA se conviertan en jugadores estrella de los equipos de las escuelas preparatorias locales.
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Yesenia Durán, coordinadora del programa de fútbol YouthPower365, entró al programa COPA cuando estaba en la escuela secundaria debido a la pasión de su padre por el deporte, pero descubrió que le gustaba participar y tener mentores que fueran como ella.

“Los entrenadores del programa COPA eran hispanos, y en ese entonces, aún no había muchos mentores o líderes hispanos o latinos”, dijo. “Siento que a medida que crecía, descubría más [mentores o lideres latinos]”.

“Ahora un(a) niño(a) ve a alguien que les representa”, añadió Luevanos. “[y piensan,] me identifico contigo, hablamos el mismo idioma: el fútbol”.

Ahora, la propia Durán es mentora. Después de terminar su carrera como jugadora de fútbol cuando era estudiante de primer año, siguió involucrada con este deporte como entrenadora voluntaria durante la preparatoria. Entrenó a su hermana menor, Mónica -ahora una goleadora en el equipo de Battle Mountain, líder de la liga Western Slope- y líder de futuros jugadores Huskies de entre 6-8 años hasta jugadores de la escuela secundaria en el programa COPA.

“Tener a mi hermana como entrenadora fue maravilloso”, declaró la menor de las Durán. “Se aseguró de exigirme lo máximo. No sólo me enseñó el juego físico del fútbol, sino también el juego mental. Sin ella, no sería la jugadora que soy ahora”.

La temporada de siete semanas del programa COPA termina con una gran fiesta comunitaria.
Foto Cortesia

María Herrera aún recuerda una semifinal en la que Durán le permitió jugar con las mayores. Con un 2-0 en contra, Herrera marcó dos goles que ayudaron a su equipo a pasar a la final.

“Como jugadora joven, ver a todas las chicas mayores jugar y ver lo orgullosas que estaban de mí me hizo sentir mucho más segura de mis habilidades y de mi manera de jugar”, dijo Herrera. “El programa COPA me ha moldeado como persona porque es un lugar en el que puedo divertirme con árbitros que son justos y equipos que se llevan bien. Me ha moldeado como atleta porque cuando llega la temporada del programa COPA, practico mucho y aprendo muchas cosas nuevas a la vez que me divierto”.

Cassandra Ledezma, que ahora es una delantera de último año que marca un gol por partido con Battle Mountain, también marcó goles desde pequeña con el programa COPA.

“Tengo tantos recuerdos del programa COPA, pero mi favorito es cuando tenía 5 años y tomaba el balón para anotar un gol”, recordó. “Y todos los aficionados gritaban, y yo estaba muy contenta porque pensaba que estaban celebrando mi gol, pero una vez que anoté, (me di cuenta) de que había anotado en mi propia portería”.

Después de haber participado en el programa COPA durante 12 años y contando, Ledezma ya puede reírse de ese momento, reconociendo lo influyentes que fueron estas experiencias a la hora de moldear su carácter.

“He aprendido a querer y cuidar a los demás, a apoyar y, en realidad, a ser responsable”, afirma. “Me ha moldeado como atleta porque he aprendido que cometer errores está bien y que así es como se aprende. (He aprendido) a tener determinación y a no rendirme nunca”.

Aunque numerosos ex alumnos del programa COPA han sido estrellas locales o incluso han pasado a jugar en categorías posteriores a la preparatoria, juzgando por el tamaño de la fiesta de fin de temporada para los padres, con castillos inflables y regalos de los patrocinadores, el objetivo principal del programa COPA no es servir de escalón para un contrato profesional.

“El aspecto más valioso del programa COPA para la comunidad, es cómo une a las personas”, dijo Durán. “Y en lo personal, he hecho más conexiones y amigos a través de este programa. Yo solía ser una niña tímida, y con la ayuda del programa COPA, me ayudó a romper mi caparazón y salir de mi zona de confort.”

Por eso muchas jugadoras, como su hermana, suelen progresar hasta convertirse ellas mismas en entrenadoras.

“Es grandioso ver ese camino”, dijo Luevanos. “Una vez que se gradúan de la preparatoria, en el verano, aquí es donde quieren estar; quieren estar aquí con nosotros. Es como que, aunque me vaya, puedo volver y sé que es un lugar donde soy bienvenido(a).”

“Puedo jugar al fútbol”, continuó. “Puedo tomar parte”.

Para inscribirse en el programa de futbol COPA de este año, visite YouthPower365.org/summer.


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