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¿Qué es el HAPE? Cómo es que las personas en las montañas todavía pueden enfermarse de este tipo de mal por la altura

Cody Jones
Traducido por Edgar Arroyo
Las nubes de tormenta se deslizan sobre el área de esquí de Loveland Pass y la división continental el pasado domingo 7 de mayo de 2023. Al visitar áreas de gran altura, las personas de elevaciones más bajas pueden enfermarse de edema pulmonar, que puede ser mortal si no se atiende durante por demasiado tiempo.
Andrew Maciejewski/Summit Daily News

Muchas personas están familiarizadas con el mal de altura y el efecto que tiene en el cuerpo, pero muchas personas a menudo no se dan cuenta que existe una forma grave del mal de altura que aún incluso personas que viven en elevaciones más altas pueden enfermarse.

El edema pulmonar de grandes alturas, comúnmente conocido como HAPE, es un caso más grave del mal de altura que, si no se da tratamiento de manera rápida o adecuada, puede provocar la muerte.

Debido a los casos que ha visto en la Clínica Familiar Ebert de Frisco durante los últimos años, la Dra. Christine Ebert-Santos ha estado trabajando diligentemente para concientizar a la comunidad médica y de la montaña sobre los riesgos del edema pulmonar a gran altura.



Según Ebert-Santos, una de las razones por las que el HAPE es un riesgo tan grande para las personas que viven o visitan comunidades montañosas es que, a menudo, se puede diagnosticar erróneamente como asma o neumonía.

“Eso es lo que nos enseñan en la escuela de medicina”, dijo Ebert-Santos. “No nos enseñan sobre el edema pulmonar de grandes alturas, nos enseñan sobre la neumonía. Cuando obtengan la radiografía del niño que está enfermo con síntomas pulmonares, lo llamarán neumonía y le recetarán antibióticos”.

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Una de las principales razones por las que los médicos a menudo lo diagnostican mal es que muchos de sus síntomas principales se duplican con los síntomas de otras afecciones como el asma o la neumonía.

“La primera señal suele ser tos”, dijo Ebert-Santos. “Seguido de dificultad para respirar con cualquier esfuerzo, incluso solo caminar, y fatiga. Solo quieres recostarte en el sofá.

Si no se da tratamiento, los primeros signos de advertencia de edema pulmonar a gran altura pueden progresar rápidamente y provocar una acumulación de líquido en los pulmones, lo que luego hará que los niveles de saturación de oxígeno del paciente disminuyan rápidamente. Si el individuo no busca tratamiento rápido, la condición puede ser mortal.

La Dra. Ebert-Santos espera continuar con su investigación y concienciar a otros sobre el edema pulmonar debido a la gran altura.
Christine Ebert-Santos/Foto Cortesia

“Por lo general, hay muertes cada dos años en adultos que vienen a esquiar o de vacaciones con sus amigos”, dijo Ebert-Santos. “Hay tantas ocasiones en que las personas están enfermas con un virus y no se la piensan dos veces. Sin que les tenga que estar vigilando o si se tiene un oxímetro para ver qué está pasando con su oxígeno, no se puede saber en realidad si esto está pasando en los pulmones o si es solo un resfriado”.

A medida que se aclimatan a las elevaciones altas, las personas que viven en las montañas pueden pensar que son inmunes a esta enfermedad, pero la investigación de médicos como Ebert-Santos ha demostrado que tanto los residentes como los visitantes pueden verse afectados por el edema pulmonar de las alturas.

La Dra. Christine Ebert-Santos de la Clínica Familiar Ebert en Frisco, está a la vanguardia de la investigación y la educación al público sobre la prevalencia del edema pulmonar a gran altura en las comunidades de montaña.

Actualmente hay cuatro formas conocidas de edema pulmonar a gran altura, que incluyen la clásica, la del residente, la de reingreso y la de los montañeses. La clásica es la forma más típica y ocurre con personas que viven en elevaciones más bajas que visitan un lugar de gran elevación. La de reingreso ocurre cuando un residente de una elevación alta va a una elevación más baja y regresa a la más alta. La del residente se refiere a una persona que vive en una elevación alta sin cambiar su elevación. La de los montañeses ocurre en personas que viven en una elevación alta, pero luego viajan a una más alta.

Uno de los casos más extremos de montañeses que Ebert-Santos ha presenciado ocurrió cuando el residente del condado de Summit, Jonathan Huffman, intentó escalar el monte Kilimanjaro.

Dado que Huffman vivía en una gran altura y estaba en buena forma física, no pensó que correría el riesgo de desarrollar una forma de HAPE, pero el cambio extremo en la elevación finalmente hizo que Huffman comenzara a sentirse enfermo.

Con una sensación de líquido acumulándose en sus pulmones y con la sensación de que se estaba ahogando lentamente, sus niveles de oxígeno en la sangre cayeron en picada al 67% mientras permanecía sentado toda la noche apoyado en bolsas de lona o en una silla.

Afortunadamente, los miembros del equipo que rodeaban a Huffman pudieron reconocer los síntomas de los montañeses y pudieron darle tratamientos de oxígeno y transportarlo a una elevación más baja donde finalmente se recuperó por completo.

El de montañeses y el edema pulmonar por reingreso a gran altura son los casos más comunes que Ebert-Santos ve en sus pacientes jóvenes en su consultorio en Frisco. Muchas familias de las montañas viajan al nivel del mar para pasar las vacaciones, pero cuando las familias regresan, los niños a menudo pueden desarrollar tos o sentirse congestionados.

“Las familias me llamaban y decían que mi hijo se escucha muy congestionado”, dijo Ebert-Santos. “Eso me sonaría muy familiar porque el sonido del líquido en los pulmones y la conjunción nasal se empalman. No puedo esperar que una persona sin conocimiento médico, sin un estetoscopio y un oxímetro pueda diferenciar entre un niño que tiene un resfriado y uno que tiene una condición crítica inminente que podría matarlo”.

Dado que el mal por reingreso y el de los montañeses afectan a los niños todos los años, Ebert-Santos recomienda que todas las familias tengan un oxímetro a la mano en caso de que alguien en la familia comience a sentir los síntomas asociados con la afección médica.

Incluso si una familia siente que su hijo tiene un resfriado, Ebert-Santos recomienda usar un oxímetro, ya que un resfriado común o una variante de influenza pueden hacer que los niños sean más susceptibles a desarrollar una forma de edema pulmonar de altura.

Si el nivel de saturación de oxígeno de un paciente está por debajo del 90%, podría tratarse de un caso de edema pulmonar a gran altura y las personas deben dirigirse a la sala de emergencias para una evaluación completa. Si un médico considera que un paciente realmente tiene la enfermedad, lo pondrán en oxígeno y, por lo general, lo transportarán a una elevación más baja para recuperarse.

Por lo que Ebert-Santos ha visto en su investigación hasta el momento, cree que la afección es más frecuente en los jóvenes, pero espera encontrar más casos como el de Huffman en los que a los adultos se les haya diagnosticado el HAPE.

En última instancia, Ebert-Santos espera difundir el mensaje de que tanto los visitantes como los residentes pueden ser diagnosticados con edema pulmonar de altura.

“Todavía no está en documentado”, dijo Ebert-Santos. “La gente que vive aquí contrae HAPE. Todo el mundo piensa que si vives aquí no eres susceptible al mal de montaña ni al HAPE. Esa es la falacia que tenemos que revertir con la educación”.

Ebert-Santos ampliará su investigación actual mediante la revisión de casos en menores de 18 años que pueden haber sido diagnosticados erróneamente con neumonía o asma cuando en realidad tal vez tenían una forma de edema pulmonar de altura.

Aquellas personas interesadas en mantenerse al día con la investigación del edema pulmonar a gran altitud de Ebert-Santos, pueden visitar su blog en HighAltitudeHealth.org.


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